Tras una década en el poder, el primer ministro Keith Rowley formalizó este domingo su salida del cargo, aunque mantendrá el liderazgo del Partido Nacional del Pueblo (PNM). Su sucesor, Stuart Young, será juramentado este lunes por la presidenta Christine Kangaloo como el octavo jefe de Gobierno del país, en una ceremonia que marcará el inicio de una reorganización ministerial clave de cara a las elecciones generales, cuya fecha aún no ha sido revelada.

En su último discurso como primer ministro, Rowley trató el tema de la soberanía judicial al abordar la salida de Trinidad y Tobago del Privy Council de Londres, máximo tribunal de apelación para el país caribeño. La decisión responde a la imposición de visas por parte del Reino Unido a ciudadanos de Trinidad y Tobago, medida que Rowley calificó como una “afrenta”. “Es una tarea inmediata para el nuevo Gobierno”, subrayó, refiriéndose a Young, quien deberá materializar este proceso.

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El PNM presentó oficialmente a sus 41 candidatos para los comicios de este año, un hecho histórico ya que es la primera vez que un primer ministro en funciones renuncia y que el partido oficialista no anuncia la fecha electoral al presentar su nómina.

Young, como nuevo primer ministro, tendrá la potestad de definir el cronograma, en un contexto donde la oposición busca capitalizar el desgaste de una década de gestión del PNM.

Reorganización ministerial y legado de Rowley

De acuerdo a medios locales, el primer acto de Young tras su juramentación será una reestructuración del Gabinete, con cambios en ministerios estratégicos para afianzar la campaña electoral.

Rowley, en un emotivo mensaje ante el consejo general del PNM, instó a la unidad partidista: “Lo único que importa es la victoria. Haremos lo necesario, dentro de lo razonable, para que el pueblo nos elija”. Destacó el perfil de los candidatos —una mezcla de experiencia y juventud— como garantía de continuidad: “Somos lo mejor que el país puede ofrecer”.

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El exmandatario, quien lideró al PNM a dos victorias consecutivas (2015 y 2020), reflexionó sobre su legado destacando que “no hay mejor sensación que saber que me sustituye un grupo de jóvenes que asegurarán nuestro futuro”. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de pasar a la oposición, indicando que “el camino al poder es una caminata infernal”, citando al exprimer ministro Patrick Manning.

Con la mirada puesta en las urnas, el PNM enfrenta el reto de mantener su hegemonía en un escenario de cambios y demandas ciudadanas. La gestión de Young, desde este lunes, definirá el rumbo electoral y el futuro de una nación en busca de reafirmar su identidad jurídica y política.

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